jueves, 8 de octubre de 2009

MI NOCHE CON LAURA

Un Domingo de mucho calor, en Paraná, al mediodia, tomábamos vino y comíamos pescado en un lugar barato, el Negro Pedro, Vilma y yo. Adentro de la fonda hacía aun mas calor. Había un montón de gente y todos gritaban.
Salimos un poco “fermentados” a la calle que ardía , blanca y vacía. Estábamos por subir al Puegeot 404 del Negro cuando lo veo saludar a una chica que estaba parada en la puerta de un hotel pobre con un shorcito y una remera ajustada. Se reía y saludaba con la mano.
-Vamos a dar una vuelta- la invitó Pedro
-Bueno, vamos- contestó ella.
Y cruzó la calle caminando con la llave en la mano.
Subió adelante, con Pedro. Yo iba atrás con Vilma.
-Como te llamas?-le preguntó Pedro
-Laura, y ustedes?
-Yo Pedro
-Yo Vilma
-Yo Juan
Hablamos de cosas simples hasta llegar a un balneario, que al ser Domingo , estaba lleno de gente, sobretodo familias. Nos sentamos debajo de un quincho a tomar unas cervezas. Enseguida nos empezamos a reir. De la nada, Laura agarró la botella de cerveza y dijo:
-A mi me gusta chuparla asi, ves- y se metió el pico en la boca.
Y todos empezamos:
-Ah, a mi me gusta que me la chupen asi- dijo Pedro
- Y a mi que me la muerdan un poquito, asi , ves?- dije yo. La botella iba pasando de mano en mano.
Vilma se reía.
La gente alrededor ya empezaba a mirar mal. Decidimos irnos.
Salimos caminando hacia el auto, en sentido contrario al que venían los playeros. En eso Pedro se puso a mear delante de la gente, ahí, al costado del camino.
Subimos otra vez al auto y empezamos a dar vueltas. Pedro se bajó los pantalones sin dejar de manejar y sacó la pija afuera. Le pidió a Laura que se la tocara.
-Dale, tocámela, hace como seis meses que no me empijo-
Y Laura nos miraba a nosotros y nos señalaba
-Mirá, mirá, está en bolas-
Y se moría de risa.
-Pasemos un minuto por casa- nos pidió.
Al volver trajo unos cuadernos Gloria y nos contó que escribía poesías.
Veníamos con vino, cerveza, sol , hablando de coger, Pedro con su pija afuera, y en el mismo tren, repentinamente Laura nos habló de Poesía. Y se puso a leer,

Es hora que cuente como era Laura. Un físico italiano. Grande, de hombros altos, piernas largas, un tórax ancho y lindas tetas, llenas de vida y movimiento. Tenía labios gruesos, carnosos, para una boca profunda. La nariz estaba bien y los ojos eran grandes, redondos y claros. La voz cascada, algo ronca, penetrante. Depende de lo que hablara era tosca o sensual. Se reía con ganas. Y la piel muy blanca, caliente siempre.
Siguió leyendo una poesía tras otra. Estábamos emocionados. El pescado, el vino , la cerveza, nos daba vueltas en la boca. Luego de andar un rato nos metimos en una zona de quintas. Entramos en una saltando el alambrado. Pedro sacó unas lonas viejas del baúl del auto y nos tiramos los cuatro debajo de un arbol a fumar un porro y a dormir la siesta . Vilma estaba cada vez mas dibujada pero acompañaba con dignidad. Al rato, empezamos a hacer representaciones teatrales. Cada uno pasaba al frente y hacía lo que quería. Pedro seguía con la intención de desnudarse y entonces hizo una danza a la que llamo “la muerte del pájaro”, en bolas y saltando como un pajarito. Nos moríamos de risa. Yo ya quería estar con Laura y les propuse a todos que se acostaran arriba mio para hacer un “acercamiento universal” . Vilma se prendió primero. Despues de que estabamos todos encimados, yo grité
-A besarnos todos- y empezamos a rodar por el pasto manoseándonos y besándonos.
En ese momento cayó un tipo que desde unos quince metros con un perro furioso nos gritaba:
-Vayanse o llamo a la policía-
Salimos enseguida, juntando las lonas y la ropa con los ladridos del perro humeciéndonos la nuca.
Guardamos las cosas en el baúl y yo fui caminando hacia la puerta delantera del auto donde estaba sentada Laura. Ella me vió por el espejito. Al llegar hasta ella , me incliné y nos dimos un beso en la boca, el beso mas lindo que dí en mi vida.
La devolvimos a la casa y quedamos en vernos a la noche, con otra amiga de ella. Depositamos a Vilma en su casa y caimos a lo de Pedro a descansar un poco.
A la noche fuimos al bar donde habíamos quedado en encontrarnos. Esperamos dentro del auto y nuestras chicas aparecieron bajándose de dos motos de dos pibes que Pedro conocía bien, como unos pesuquis de una bandita de Paraná.
Apenas los despidieron les tocamos bocina y cruzaron la calle. Laura estaba con una remera roja sin mangas y una minifalda negra, los ojos pintados y el pelo con gel . La otra chica era una flaquita, de esas ligeritas, fumadoras, que les gusta el baile. Nos mandamos atrás con Laura y enseguida empezamos a los chupones como enamorados. Nos sacó Pedro a las pocas cuadras, cuando paró el auto, se bajó y empezó a gritarle a la flaquita
-Get out of my car, get out of mi car- como De Niro en Calles Peligrosas.
La pobre flaca no entendía nada pero igual se bajó y lo puteó y desapareció. Nos quedamos los tres mirándonos y preguntándonos que hacer.
Nosotros queríamos ir a un telo. Pedro dijo
-Vamos, yo los llevo-
En Paraná los telos estan en las afueras de la ciudad asi que compramos enseguida..
Al llegar yo me tuve que esconder en el piso del auto pues no dejaban entrar de a tres. Pedro pidió una suite.
Entramos a la habitación, nos pusimos en bolas rápido. Laura dijo que ella no quería fiesta. Yo me alegré y a Pedro no le importó.
Empezamos a coger en una ancha cama. Pedro se sentó en una hamaca y se empezó a hacer la paja.
-No me empijo, hace mucho no me empijo- repetía
Laura era cariñosa. Era verdad que le gustaba chuparla. Yo tambien la saborée como un perro. Eran épocas de fife sin forro y disfruté metérsela en su concha apretada y caliente. Lo único raro es que no quiso que le hiciera el orto.
Cada tanto Pedro venía y comenzaba a besarla hasta que lo tuvimos que retar para que vuelva a la hamaca a pajearse.
Dormimos un poco y las 7 de la mañana dijimos
–vámonos-
Pedimos la cuenta y eran 5000 pesos argentinos. Ninguno de los tres tenía un mango.
Pedro fue a hablar con el tipo del hotel. Volvió al auto , abrió el baúl y bajo el hiriente sol de la mañana fue haciendo rodar hasta la recepción del hotel, la rueda de auxilio del 404 que dejó como pago de mi noche con Laura.

1 comentario:

  1. Otra vez primavera, gracias por esta mañana. tomamos una cervecita chabón? quiero festejar que soy nonino hace una semana. A mi la cerveza me gusta en vaso...

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