viernes, 15 de mayo de 2009

LA ELECCION

El local es pobre y está tomado por el olor a cal, a engrudo, a tinta. Afiches pegados en las paredes de Luder-Bittel, de Saadi, y los infaltables de Perón y Evita. Y la bandera que nos identifica: Intransigencia y Movilización Peronista-Morón.
Las mujeres trajeron un poco de torta, facturas y estamos todos mateando. Son las seis de la tarde. Acabamos de votar.
Los últimos días los pasamos pegando carteles y pintando los paredones por todo Morón. También nos cagamos a palazos con los de la lista verde de Román, por el largo paredón de La Cantábrica, que es muy cotizado. Si firmas ahí, meas en el mejor árbol. Con los fachos de Román nos odiamos pero votamos a los mismos. Somos todos obedientes, leales, como manda el partido.
Nuestros referentes son Cacho y Memo. Andan cerca de los treinta. Los dos tienen gran manejo del grupo, son serenos, reflexivos y también se les nota sus largos años de militancia. Nunca hablan de hasta donde estaban metidos en los Montos, y hacen bien, la verdad es que es peligroso. Ese misterio les da un aire de leyenda para los que somos más pendejos. Memo luce más elegante y eso lo hace distinto a todos nosotros. Es una diferencia sutil, apenas perceptible, pero evidente para todos. No esta en su ropa, ni en su forma de hablar. Es una combinación entre su altura, es el más alto de todos, y la manera en que mira. En definitiva, tiene el fisique du role del intelectual.
Cacho en cambio, aunque habla tan bien como Memo, es más barrial. Es bajo, fuerte, tiene un bigote poblado y desprolijo que le envuelve la boca. Anda siempre con una campera clara. Es el que ve de cerca y Memo el que ve de lejos. Siempre andan juntos los dos.
A las siete decidimos prender el fuego en la parrillita del patio. Tenemos chorizo, morcilla, asado, un vacío y pan, mas dos damajuanas de vino y cinco botellas de sidra para brindar por el triunfo.
Peto hace el asado. Lleva siempre el mismo jean gastado, muy ajustado, la camisa abierta hasta el cuarto botón y unos mocasines con flecos. Vive bañado en pachuli. Así va a todos lados, a pegar carteles, a pelearse y sobretodo a zapatear rocanrol, que es su credo, su religión. Tiene el pelo igual que Heredia, aquel cuevero de San Lorenzo.
Que dicen los primeros guarismos? pregunta Rosita, una morocha muy aguerrida, a la que no dejamos salir las últimas semanas porque la mano estaba fea, pero sabemos que va al frente como la mejor. La verdad es que no hay muchas mujeres que militen en la unidad básica. Si tenemos muchas mujeres del barrio que simpatizan con nosotros y a veces vienen con mate y factura a contarnos sus problemas. Pero las que militan son Rosita y Sara. Sara había sido novia de Peto desde los quince a los dieciocho, y ahora, dos años después, tienen una relación envidiable. Se llevan bien aunque ya no garchan mas. No hay entre ellos ningún resentimiento, al contrario, se quieren , se cuidan y hace cada uno la suya. A mi me gusta Sara, pero es una compañera que fue mujer de un compañero y no está bien avanzarla. Pero tiene un culito y unos ojos de militante que, cuando canta en las marchas, me enamora.
Los guarismos no favorecen. Mientras ponemos la carne en la parrilla, los mas viejos que están presentes, dicen, igual que en el cuarenta y cinco, los primeros votos que llegan son los del centro, los de los cajetillas.
En unos vasos de cumpleaños nos servimos vino y todos vamos de la parrilla al salón donde esta la radio. Van cantando mesa por mesa. Memo y Cacho están sentados como siempre en la cabecera, los dos muy pensativos, sin hablar. La radio dice mesa 575 del Barrio de Balvanera, 453 sufragios para Alfonsin-Martinez , 310 para Luder-Bittel. Mesa 874 de parque Patricios 632 sufragios para Alfonsin-Martinez, 401 para Luder-Bittel, Mesa 668 de Monserrat…
Son los de la Capital , siempre fueron gorilas, siguen diciendo los viejos.
Son las nueve y media y empiezan a salir los choripanes y los sandwiches. A esta hora quedamos unos quince, la mayoría de los que estaban se fueron a comer a su casa prometiendo volver para el brindis del triunfo. Comemos en la misma mesa donde habíamos discutido, armado y pintado banderas, apretándonos un poquito. La música de la radio es la misma, hasta que en un momento dice que empiezan a llegar resultados del Gran Buenos Aires: mesa 5822 de Boulogne 980 votos para Alfonsin…714 para Luder… y así dieron tres mesas más de Jose León Suárez y una de Moreno.
Nos miramos entre todos y alguien pregunta que está pasando. Lo mismo se preguntan en la radio y sale Abelardo Ramos diciendo que se esta repitiendo el fenómeno del 45 y que los votos de la masa llegarían arrasadoramente después de las doce de la noche y que la oligarquía quería exponer al pueblo a tener una noche mas de sometimiento y oprobio, pero que el pueblo no se iba a dejar engañar y que iba a estar en pie, vigilante hasta que llegara la avalancha de votos populares.
Todos, los más jóvenes, brindamos y damos por seguro que las cosas son así. Levantamos la mesa tranquilos , salimos a la vereda a fumar un poco y a tomar aire.
La calle esta vacía. Bajo la luz de mercurio fumamos un poco, y nos preguntamos en voz baja, para que nadie escuche, que mierda estaba pasando. Nadie dice nada. Sara dice que tiene frío y le presto mi campera. Se niega primero pero le insisto y finalmente se la pone. En eso vemos salir unos compañeros que nos saludan con un chau, nos vemos mañana, nos dicen mientras se alejan.
Once y media de la noche. Las casas de los vecinos están bien cerradas. Rosita dice vamos adentro que hace frío,, y tiene razón, empezó a caer la fresca.
Entramos y desde la radio hablaba Imbelloni. Dice que las urnas del peronismo estaban llegando a lomo de caballos desde el interior. Ya no somos más de ocho. Las caras en los afiches siguen inmutables. Perón rompiendo una bandera mitad yanqui mitad inglesa que dice abajo LIBERACIÓN O DEPENDENCIA, y Evita, presidiendo todo una con el pelo suelto, sonriendo, como si el viento aun le diera en la cara.
Ya cerca de la una de la mañana, Memo dice que se va. Toma sus cosas, nos da una palmada a cada uno en la espalda y sale. Escuchamos su Fiat 147 perdiéndose en la noche del oeste.
Peto limpia la parrilla, junta las cenizas y voy en su ayuda. Las chicas barren el local, limpian la mesa y nos preguntan si queremos tomar mate. Cacho despega el afiche de Luder-Bittel y lo hace un bollo y lo tira en un canasto. Putos de mierda, dice.
Tomamos unos mates y en la radio ya son puras cifras y nada de testimonios. Los números llegan desde Tucumán, Salta, Entre Ríos, Chubut, Berazategui, Berisso, Tandil, Misiones.
Nos va cayendo una gran tristeza. No lo podemos creer.
A las tres de la mañana apagamos las luces, cerramos con llave y salimos a la calle.
El camión de la basura irrumpe ruidoso. Se bajan ágiles dos pibes .
-Como salimos? pregunta uno agitado, mientras sonríe esperando la buena noticia.
-Perdimos -. Le dice Peto
El pibe se queda quieto
-Como que perdimos?- ruega
- Si, perdimos –digo yo
¿Perdió Perón? pregunta abriendo grande los ojos.
Sí, perdió Perón. Se rasca la cabeza. Perdió Perón, dice. Luego, junta las bolsas que están en la vereda, las tira al camión y le golpea la chapa al chofer. Vamos, le grita.
Nos despedimos todos. Beso la mejilla cálida de las compañeras. Le pregunto a Sara si quiere que la acompañe, más o menos vivimos para el mismo lado. Todavía tiene mi campera puesta.
-Vamos- me dice.
Está fresca la madrugada. Esa humedad del Gran Buenos Aires. La calle es puro silencio. No ladra ningún perro, los gallos duermen.
Hacemos varias cuadras sin hablar. La derrota.
De repente me invade la proximidad de Sara, el calor de su cuerpo agitado por el paso rápido, su aliento. La abrazo y ella me pasa la mano por la cintura. Nuestros cuerpos se acomodan rápido.
-Olés los jazmines?
Me pregunta Sara cerca de la vía
Sí los huelo, digo y respiro hondo como ella.
La beso. Su boca se abre dulce. Me doy cuenta cuanto la deseo y ella es la que me dice, mientras me sigue besando, hace mucho que te espero.
Así fue como me olvidé de la militancia, de la patria socialista y de Perón.
Desde entonces huelo los jazmines.

2 comentarios:

  1. tambien oli jazmines y me olvide de Peron. Muy bueno

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